Título: Hanamuke
Género: Romance
Pareja: TegoMass [Masuda
Takahisa x Tegoshi Yuya], KyoJe [Kyomoto Taiga x Jesse Lewis]
Fandom: NEWS & SixTONES
Palabras: 3,727
Tipo: One-shot
Resumen: Como cuando tienes
que cantar como un regalo.
Nota: ¡Feliz día de
anuncio de fecha de debut, SixTONES! Hago el fic como celebración a que SixTONES
al fin debutan y yo los amo~, así que mezclo mis dos OTP. Puede que de ahora en
adelante lo haga mucho. En fin, escogí una canción que amo de TegoMass, una con la que quería escribir un fic desde hace una eternidad y al fin me ha salido~.
Era una ceremonia demasiado discreta, había
pocos invitados, probablemente no habría nadie si fuera decisión del rubio,
pero el pelirrojo quería tener a alguien cerca para el gran día, de todos modos,
le agradecía, estar en ese lugar era importante, y haber sido invitado por el
mismo rubio le hizo mucha ilusión al chico, recordando vagamente la
conversación que tuvieron por mensaje y posteriormente el encuentro que, aunque
había sido breve, lo recordaría toda su vida.
Sacó el móvil, como si lo necesitara para
recordar cada una de las palabras, aunque, siendo honesto, las recordaba vívidamente.
[Mensaje nuevo de Senpai]
“Hola. Tengo que verte para darte algo
en persona ¿Podemos quedar para comer?”
Tecleó la respuesta tan pronto como
llegó el mensaje, siempre tenía tiempo para responderle a él.
“Mucho misterio tratándose de Senpai.
Claro. ¿A las 3 está bien?”
[Mensaje nuevo de Senpai]
“Por supuesto. Paso por ti después de
la hora de ensayos”.
Fue solo una palabra su respuesta,
pero realmente no significaba nada, el acuerdo de verse como sea, siempre le
emocionaba.
“Bien”.
***
- ¡Taiga! -El jovial tono de chico
mayor era notorio, siempre le sonreía al menor. Para cada encuentro que había
organizado en su amistad y su relación de Senpai-Kohai se habían procurado
hacer cercanos, para gusto del menor y extraña confianza del mayor -Te queda
bien el rubio. -Dijo entre risas al momento en que el menor se había subido al
automóvil.
-Nunca tan bien como a Tegoshi-senpai
-Contestó en respuesta y de manera natural empezaban a charlar, cosas del
trabajo, cosas de sí mismos o bien, del perro tan adorable que estaba jugando
en el parque a lado de la calle mientras esperaban por el pase para seguir al
lugar donde irían a comer.
Tan pronto llegaron al lugar, Taiga
comenzó a notar cierto nerviosismo en su Senpai, cosa completamente extraña y
se empezó a preocupar del motivo de ese encuentro, generalmente quien pedía
quedar para salir era él mismo, así que eso le daba algo más de misterio al
asunto, pues en cuanto llegaron a su mesa, Tegoshi se mostraba inquieto.
Antes de que pudiera decir algo llegó
una alegre mesera quién se presentó como Kaori, y les pasó la carta del lugar,
asegurando que regresaría en poco tiempo a tomar la orden, los dos rubios
entonces procedieron a recorrer con la mirada hasta que algo llamase lo
suficiente su atención. Silencio, pero silencio cómodo.
Kaori les tomó la orden y fue cuando Tegoshi
suspiró mirando a su Kohai y al fin tomando el tono serio que lo solía caracterizar
cuando algo que requería atención especial empezó a hablar.
- No tengo cómo mentirte o explicar
por las ramas algo que ya sabes.
Taiga captó al instante de qué se
trataba.
- ¿Qué sucedió? ¿Rompieron de nuevo?
-Preguntó con poco tacto el menor, a fin de cuentas, conocía bien el historial
de la pareja de su Senpai, más de una vez había dado más de un consejo que
según había notado con el tiempo, había funcionado.
- Oye, dame un poco de crédito -Se
empezaba a quejar el mayor, pero luego soltó una risa discreta de sí mismo -No es
nada malo esta vez.
- ¿Entonces?
- Es que me casaré con él.
- ¿Eh?
- Así como lo oyes, voy a sentar cabeza
con él. Suficiente drama de noviazgo, estoy listo para el drama de la vida de
casado -El mayor de los dos sonrió, aunque la chispa de pena se notaba en su
cara. Haber dicho todo eso de esa manera le resultaba embarazoso.
- ¿Felicidades?
- ¿En tono de pregunta? -Levantó una
ceja con un aire medio burlón, pero mantenía su sonrisa apenada.
- No, ¡Felicidades! Siempre le he
dicho, Masuda-senpai y usted son una pareja que está hecha para estar juntos
siempre.
- Vaya, que bonitas palabras. Me das
más crédito del que merezco ahora. Espero que sea así… Ya sabes, Massu y yo
somos un mundo diferente cada uno, él es como un sol, brillante, positivo, resplandeciente,
atrayente y yo soy como… -Tegoshi empezaba a hablar atropelladamente como era
su costumbre cuando hablaba de su novio, (ahora prometido), era la razón por la
que Taiga estaba seguro de que era la opción correcta para su senpai, pero
tenía que detener a este en su platica o si no se quedaría callado escuchando
el monólogo de por qué Masuda Takahisa es el hombre perfecto para Tegoshi Yuya…
- Senpai…
- ¡Lo que me lleva a esto! -Sin pena
ya en su sonrisa, aunque si contrariado de ser interrumpido, sacó de su
chaqueta una tarjeta envuelta en un plástico transparente, venía atada con un
listón fino color rosa pastel con degradado a dorado, se la entregó al menor.
- Sería muy feliz si pudieras venir a
la boda, Taiga. -Tegoshi se sinceró, con una expresión que, si bien no era una
sonrisa, era muchísimo más sincero que aquella típica mueca de un rostro, Taiga
supo que no había manera en que se negase a ir. Y tampoco es como si no quisiera.
-Eres literalmente uno de mis 3 invitados, todos los demás serán de Massu.
Quiero que estés ahí.
La comida transcurrió y Taiga aseguró
que iría, aún si eso implicase faltar a una actividad de SixTONES, aunque
realmente eso no era necesario y Tegoshi le sugirió que pidiera el libre ese
día desde ese instante para asegurar que nada se atravesase. A su manera Tegoshi
demostraba como ese chico que tenía frente se había convertido en uno de sus mejores
amigos.
- Por cierto -Dijo Tegoshi al dejar a
su acompañante frente a su casa -La invitación trae dos boletos, lleva a quién
sea que quieras… aunque, tengo un mensaje de mi prometido -Tegoshi levantó los
dedos en el aire haciendo unas cómicas comillas que encerraron sus palabras –
Quiero escuchar “Hanamuke” en la boda.
***
Taiga recordó esas palabras, y el
pánico que le dieron en ese momento, Tegoshi sabía que hacía al decir esas
palabras, pero consideró prudente hacerlo porque… el también quería esa canción
en su boda.
¿Qué significaba?
Pues que Tegoshi Yuya no era el único
rubio vuelto loco en drama continuo con un pelirrojo.
***
El baile era un fuerte de su grupo,
habían pasado años siendo bailarines de todos los grupos de la empresa como
para bailar mal, por lo cual, sus ensayos no eran realmente largos, más que
nada recibían la nueva coreografía la ensayaban un par de días y pasaba a ser
parte de su repertorio. Si bien ensayaban los suficiente, no era un reto tan
grande, cuando solo tenían ensayo de baile, salían, relativamente temprano.
SixTONES tenían esa ventaja, pero por
lo mismo, era difícil quedar con alguien sin que los demás se terminaran por
enterar, Taiga tuvo que ser extremadamente cuidadoso de que nadie lo viese.
Nadie quería más dramas en el grupo.
Drama era la palabra correcta. Los
altibajos de la relación de Taiga con “ese pelirrojo” eran motivo de desconcentración
para el grupo entero. Sus motivos de drama eran variados, desde una mala
mirada, una contestación rara, algún comentario hacia la “apariencia femenina”
de Taiga, un chiste mal entendido… desde cosas banales hasta cosas más serias
como los celos. Alguna vez llegaron a dividir al grupo entre las opiniones de
quién tenía razón.
Juri llegó a sugerir que si no sabían tener
una relación causarían la desintegración del grupo. Y eso asustó tanto a los
dos que jamás volvieron a hablar de ello con el grupo, por lo cual Taiga se lo
estaba pensando demasiado, pero si su senpai se lo había pedido… no tenía
opción.
Taiga esperaba que todos se fueran
para hablar con Jesse, ese “pelirrojo” que tenía fama de bobo. No solo tenía la
fama, si lo era, pero antes de que pudiera darse cuenta, este había sido el
segundo en salir de la sala. Taiga se convirtió entonces en el tercero. Y le
tocó ver algo que no esperaba en lo absoluto.
- Toma. De verdad, me gustaría que
fueras -Una voz profunda se pronunciaba, con tranquilidad, la reconocía al
instante.
- Senpai ¿En serio me está invitando?
- Por supuesto, es una fecha
importante y necesito que estén personas igual de importantes.
- No sabía que yo era…
- Me ayudaste esa ocasión.
- No fue mucho, solo dije un par de
cosas que…
- Sí, yo sé, un par de cosas, pero ese
par de cosas fueron lo que salvó mi relación con Yuya, Jesse. Por eso te quiero
ahí. Porque por ti pude solucionar todo con ese chico de cabeza hueca y por fin
estamos siendo sinceros.
- Senpai…
- Y sabes. Quiero un regalo.
- ¿Cuál?
- Quiero escuchar “Hanamuke” en mi
boda.
- ¿Eh?
- Asegúrate de que ese sea tu regalo para
mí. ¿De acuerdo?
- ¿Me está pidiendo que me encargue del
sonido de su boda…? -Preguntó ligeramente confundido el chico y el mayor solo
se palmeó un poco la cabeza y se empezó a reír discretamente.
- Me doy cuenta de que no soy el único
bobo aquí.
Masuda se despidió, y Taiga, quién
había espiado toda esa conversación, pudo ver en manos de Jesse una tarjeta idéntica
a la que él tenía que le había dado Tegoshi. Jesse había sido invitado a la misma
boda que él.
Y el mensaje era aún más claro.
Tendrían que hablar.
***
Encontrar momento para hacerlo fue una
travesía y la boda se acercaba, poco a poco la noticia se había corrido entre
los integrantes de los diferentes grupos, varios habían sido invitados, pero
todos iban con la leyenda de “invitados de Masuda”, Taiga se consideraba algo
especial porque el era de los pocos que habían sido invitados por Tegoshi.
Faltaban pocos días para el gran día,
y fue cuando fue el pelirrojo quién decidió hablar con Taiga.
- Taiga, tenemos que hablar.
- Lo sé.
- Terminamos yo lo sé. Pero tengo que
pedirte que me acompañes a algo.
- ¿Eh?
- Mira, yo sé que soy el único de este
grupo que fue invitado, así que podría llevar a quién yo quisiera, pero te he
escogido a ti.
- ¿Eh?
- Y yo soy el lento.
- Te estoy invitando a ser mi
acompañante para la boda de Tegoshi y Masuda-senpai.
- ¿Por qué yo? -Quiso saber, dentro de
todo el drama de su relación, Taiga no podía negar que, si siempre regresaba
con él, era porque a fin de cuentas estaba perdidamente enamorado de él.
- Porque nadie puede reemplazarte. Y
quiero cantar contigo ese día.
- ¿Quieres cantar en una boda de dos
de los mejores cantantes que hemos conocido?
- Si, y contigo.
Taiga sabía bien que no era la razón que quería oír, pero gracias a eso, podría cumplir con ir a esa boda, con la persona que más quería, aun si no fuera en el plan que hubiese querido en ese momento, por lo que solo asintió en respuesta, con una ligera curvatura en sus labios que escondieron lo mejor posible sus emociones del momento.
***
La boda transcurría con normalidad, pocas personas de la empresa habían ido, la pareja estaba radiante, la ceremonia había sido sencilla y la fiesta no parecía exactamente de una boda, pero lo era a fin de cuentas, en su mesa, Taiga y Jesse había compartido con otros talentos de su empresa, pero no había pasado de una plática amistosa, todos asumían que el invitado había sido Taiga por parte de Tegoshi y el acompañante era Jesse, y este no se molestó en decir lo contrario. No tenía mucho caso y lo importante era la feliz pareja.
Vino el discurso por parte Koyama, el
líder de NEWS, no es de extrañar que ya estaba llorando al momento de empezar a
hablar, y de lo feliz que estaba, Tegoshi se reía un poco de su líder, pero
agradecía con la mirada. Luego palabras de los padres de los novios,
posteriormente, de Kato, también miembro de NEWS, que hizo gala de su gran
léxico para decir en resumen “me alegro mucho por ustedes dos”.
Taiga estaba que se lo comían los
nervios, había ensayado la canción con Jesse un par de días antes en el
karaoke, y lo que ahí había pasado no le gustaba ni pisca.
Musical y técnicamente, no había
problemas en la canción, el ensayo fue perfecto, un par de veces fueron
necesarias, no es como si fuese la primera vez que cantaban juntos, pero si era
la primera vez que la cantaban desde que habían roto. Y era algo cruel sentir
la falta de sentimientos en esta.
La canción trata de una boda, de una
dulce pareja que logró encontrar el amor eterno y la felicidad, pero no es la
felicidad de quién canta, sino de una pareja externa, alguien que no pudo
conseguir el amor de esa persona y ahora ve como esta se casa con otra… Y no
queda otra más que desear su felicidad.
La falta de contacto visual,
sentimiento y armonía que tanto había trabajado con Jesse en otras canciones se
sentía demasiado en esta canción y fuera de que le preocupaba no alcanzar la expectativa
con su senpai, en este “regalo”, es que le preocupaba el grado al que había llegado
con Jesse.
***
¿Cuál era todo el drama de que había
escapado?
Él y Jesse se entendieron desde
jóvenes, se acompañaron en varias cosas, se confiaban muchas más, y al ser
adolescentes pasando tanto tiempo juntos, no fue de extrañar que en alguna
ocasión llegaron a más de un abrazo.
El primer beso fue una revolución, una
avalancha que siendo honestos no sea detenido hasta el momento para ambos, fue
una revelación también. Y el estar influenciados por ese entonces por una
reconciliación de Tegoshi con su pareja, decidieron intentarlo.
Pero eran muy inexpertos, muy jóvenes
y muy ignorantes para saber lo que el amor era.
El miedo de decirlo a los mayores (sus
padres, amigos cercanos), de enfrentar el río de sensaciones que solo estar
cerca uno del otro causaba, el vértigo que causa el primer amor, así como la
presión de la escuela, el trabajo y la familia en ámbitos que una persona
normal se desempeña…
Colapsaron en celos. Colapsaron en
inseguridades.
“Me gustas porque pareces una chica”.
Le rompió el esquema una vez a Taiga y lo hizo odiar al pelirrojo con tantas
ganas que pensó que su odio quemó todo su “amor” por él.
“Eres demasiado estúpido como para
salir conmigo”, fueron palabras hirientes que Taiga dijo en otra ocasión
después de una broma tonta de Jesse después de un estresante día para Taiga, y
naturalmente las cosas no salieron bien.
Jesse le pertenecía a Taiga, y Taiga a
Jesse, pero los dos eran demasiado inmaduros para admitirlo y una boda, era
literalmente el peor escenario para ambos.
***
- Es hora.
- Sí.
- ¿Nervioso?
- Algo. Solo vamos a cantar para
nuestros máximos ejemplos a seguir.
- Cierto. Pero es su regalo… Taiga,
hagámoslo bien. -Conversaron justo antes de subir a la pequeña tarima que había
como pequeño escenario donde antes habían dado lugar discursos a la pareja.
Jesse le dedicó una sincera mirada a Taiga y este asintió. Era a fin de cuentas
una interpretación, una especie de actuación. Se pararía a cantar, a fingir
esas emociones. No era mal actor, y Jesse tampoco, podrían hacerlo.
Y la canción comenzó, el sonido de las
campanillas, un instrumental extra y empezó la letra, “te deseo la felicidad
eterna”, salió de labios de ambos, mirándose a los ojos, con ternura y devoción,
como si fuese un discurso del uno al otro. Era un día especial como decía la
canción.
“Una canción de despedida para ti”, se
escuchó una perfecta armonía, madura y realizada, pero al mismo tiempo tan
dolorosa, tal como la canción exigía, la entonaron con dedicación y la música
inundó el lugar, los novios se miraron entre sí sonriendo, pero no solo entre
sí, sino para los intérpretes también.
Empezó Jesse, la canción había tomado
un rumbo más dulce y maduro al mismo tiempo, procuraba cerrar sus ojos para
poder dejar que su voz hiciera el trabajo de expresar sus sentimientos, “me
siento un poco solo”, cantó ladeando su rostro y por el rabillo del ojo miró a
su compañero de canto quién esperaba su turno en los siguientes versos, y este
comenzó, mirando hacia la pareja, “la luz del futuro guió tu camino”, dijo
señalando el rubio a la pareja y posteriormente encontró su mirada con el chico
pelirrojo a su lado para lograr la armonía del siguiente verso.
Y cómo dolió. El coro era en dueto,
pero a una sola voz, tenían que lograr un equilibrio perfecto para no
desentonar el sentimiento de la canción.
Las palabras salían de sus bocas, era
cierto, ese día era un día feliz, pero no se sentían así, la canción los estaba
llevando poco a poco a un camino algo pesado para ambos, pero no podían
demostrarlo. Y nuevamente Jesse continuó “Estoy un poco celoso, has encontrado
a la persona perfecta”, y a Jesse le pesó, no porque sintiera celos de alguno
de los novios, sino sentía celos de que ellos si se habían encontrado y
sobrepasado sus dramas, y él… pese a que estaba tan cerca de su persona amada,
no podía decirle nada.
¿De verdad se puede vencer cualquier
problema si están juntos? Taiga miró con duda al pelirrojo al momento de cantar
ese verso, sus senpai eran prueba de que sí, ¿Era acaso su juventud la que les
impedía llegar a eso? Taiga y Jesse tenían la edad en la que sus senpai, en su
momento vivieron sus dramas más intensos. ¿Era obligatorio pasar por eso?
Eran buenos amigos, pero no podían
soportar lo que cantaban, el coro era cruel, porque deseaban estar juntos, ser
felices juntos. ¿Y qué pasa si Taiga encuentra quién lo comprenda como Tegoshi
encontró a Masuda? ¿Y qué pasa si Jesse encuentra quién se ría de las bromas
tontas de Jesse, así como Masuda encontró a Tegoshi?
Y si para eso ¿Se debían decir adiós?
Se miraron, aunque no les tocaba
cantar juntos, era el puente de la canción y sus voces se estaban quebrando, “Quiero
amar a alguien como lo haces tú”, se dijeron a los ojos, con dolor y amor, y se
dieron cuenta de la razón por la que les pidieron cantar juntos.
Hanamuke es una canción de despedida y
resignación de alguien que deja ir a su amor, prometiéndose ser feliz.
Y es que sus senpai lo habían logrado,
se habían logrado prometer ser felices… juntos. Diciéndole adiós a sus
versiones adolescentes. A sus versiones inmaduras. Tegoshi se despidió de su yo
enamorado del Masuda que lo perseguía día y noche, y se enamoró del que lo
cuidaba y le hacía frente. Masuda dejó atrás al niño mimado y egoísta, y
aprendió a amar a ese chico tan frágil pero tan intenso.
Ese era el mensaje de Tegoshi y Masuda
para los dos intérpretes.
Taiga empezaba a llorar al final de la
canción, y Jesse no tardó en rodearle con sus brazos, invitándolo a terminar
juntos la canción, mirándose, sonriéndose, ¿era “Resignación”?
“Sé más feliz que nadie en este mundo
por favor, juntos”. Cantaron cuando la canción iba a finalizar, y sonrieron a
la pareja de casados y luego, a sí mismos.
KyoJe había terminado. Por las buenas.
***
Recibieron la ovación de aplausos, a
fin de cuentas, sus habilidades musicales eran bastante bien reconocidas, se
hicieron una reverencia uno al otro, Taiga conteniendo sus lágrimas que habían
empezado a salir de antes, y Jesse sonriendo francamente, bajaron de la tarima
y pasaron a felicitar a la pareja de manera personal.
- Taiga, ahora ¿Estás bien? -Preguntó
Tegoshi cuando estos se abrazaron en esa felicitación.
- Si… Gracias, senpai.
- No te niegues la felicidad, Taiga,
eres mucho más maduro que yo. -Dijo en un susurro el rubio mayor.
Taiga asintió mientras que escuchaba
que Jesse también recibía un consejo de la pareja, se adelantó a su mesa y pensó
que ahora que había cumplido, podía irse, sin despedirse ni nada, de hecho, se
había despedido en el escenario. Era hora de pasar página. No hay mejor punto
de partida.
***
- Creo, Jesse, que la princesa está
yéndose porque ha entendido todo mal. -Dijo Masuda medio en broma, cuando veían
como “la princesa” mencionada, estaba desapareciendo por la puerta de entrada.
- Corre ahora, Jesse, ese niño es peor
que yo… -Comenzó a decir Tegoshi, pero antes de que alguien más dijera algo por
contradecirlo, Jesse hizo caso. No podía ser un idiota como siempre. Era real
lo suyo con Taiga o al menos eso quería creer y hacer en dado caso de que no
fuera realidad, hacerlo así y si les quedaban mil dramas por vivir, no podía
estar más ansioso por pasar cada uno; juntos.
El chico a grandes zancadas persiguió
al que se había ido, la pareja de novios se quedó en su boda, su parte estaba
hecha, ahora tocaba a los jóvenes dejar sus problemas atrás y madurar o
simplemente, ponerse un punto final.
- ¡Taiga! ¡Taiga! ¡Taiga!
- ¿Eh? ¿Pero qué? -Taiga volteó extrañado
de escuchar su nombre en esa voz en particular, pero no hubo tiempo de
reaccionar, porque los labios que más de una vez había probado antes, que más
de una vez lo hicieron fantasear y perderse estaban sobre los propios.
- No es una despedida de nosotros, es
una despedida al drama ¿sí? -Dijo Jesse, probablemente lo más inteligente que
en su vida había podido pronunciar. -No quiero pensar en que te estoy
perdiendo, no quiero más cosas innecesarias, no quiero pensar que el ser humano
más hermoso del mundo fue mío y lo dejé ir, Taiga, tenemos que ser nosotros
mismos, tenemos que…
- Eres asquerosamente cursi, idiota.
-Dijo Taiga en tono de broma, pero esta vez el besó al pelirrojo -Cállate. Y
solo… no me vuelvas a hacer llorar al cantar.
Jesse asintió. Asintió mil veces, y se
lo llevó. Porque le costaría complacer al rubio, pero estaba dispuesto a eso, y
Taiga supo que sí, KyoJe había terminado, esa estúpida fase de cosas raras se
había esfumado, eran solo Taiga y Jesse, un par de bobos que lo iban a intentar,
pero de verdad.